Traemos otra microhistoria sacada de un reto de la página de youtube de la escritora Lorena Amkie, espero que lo disfruteis. En este caso más que una historia corta es un microrrelato largo. En base a un cuadro se debía hacer una pequeña historia o unos pequeños párrafos. Esto es lo que salió de mi imaginación y que quiero compartiros ahora aquí.
Algunos cuerpos en el suelo, ensangrentados, me miraban a los ojos mientras el miedo corría por las mentes de ambos bandos. Yo era uno de los que sujetaban el mosquetón. De los que ibamos a salir vencedores aquel día. Sin embargo, lo veía en los ojos de todos nosotros. Eramos unos críos a los que la guerra nos había cogido. Todos eramos presos de la misma pesadilla y no nos quedaba otra opción que cumplir nuestro papel. Enfrente, aquele hombre vestido de harapos, que me recordaba muchísimo a mi padre estaba agitando las manos, desesperado mientras parte de su familia se escondía detrás.
El fusilamiento
Algunos cuerpos en el suelo, ensangrentados, me miraban a los ojos mientras el miedo corría por las mentes de ambos bandos. Yo era uno de los que sujetaban el mosquetón. De los que ibamos a salir vencedores aquel día. Sin embargo, lo veía en los ojos de todos nosotros. Eramos unos críos a los que la guerra nos había cogido. Todos eramos presos de la misma pesadilla y no nos quedaba otra opción que cumplir nuestro papel. Enfrente, aquele hombre vestido de harapos, que me recordaba muchísimo a mi padre estaba agitando las manos, desesperado mientras parte de su familia se escondía detrás.
Yo no quería, puede que tuviera más miedo que ellos, pero la vida es cruel, la guerra lo es más, por qué ninguno tuvimos ocasión de salirnos de nuestro papel. Gritos, nervios, un movimiento en falso y alguien disparó, el resto se movió y mi dedo apretó el gatillo. No quedaron más que cuerpos sin vida, manos amputadas y craneos reventados, todo eso quedó impregnado como si fuera un cuadro en mi mente. Ahora, 18 años después la culpa no he conseguido que me abandone, solo que crezca, hasta tal punto que creo que la pistola que sujeto contra la sien, no será lo suficientemente buena para poder expiar todos mi pecados.
En la guerra todos perdimos algo. Yo perdí mi vida, aunque me haya costado 18 años averiguarlo. Adios.
Comentarios
Publicar un comentario